1.- Ponemos agua a hervir.
2.- Cuando rompe a hervir retiramos del fuego, añadimos el vinagre y los tomates.
3.- Dejamos que se hidraten los tomates durante una o dos hora en el agua.
4.- Sacamos los tomates del agua y los dejamos escurrir bien durante una hora.
5.- Secamos los tomates sobre un paño limpio o papel de cocina durante un par de horas (podemos dejarlos más tiempo)
6.- En unos botes esterilizados vamos poniendo una capa de tomates, una capa de ajo, pimienta, orégano, albahaca y aceite. Vamos repitiendo capas hasta dejar hueco para que queden bien cubiertos de aceite.
****Es importante que queden bien cubiertos de aceite. Así puedes tenerlos en la nevera sin necesidad de hacer conserva un par de semanas.
Estos tomates puedes utilizarlos en muchas elaboraciones: pizzas, pasta, ensaladas, tostas...y el aceite queda muy aromatizado; úsalo también.